En 2018 casi 20.000 venezolanos solicitaron asilo político y tan solo a 30 se les concedió refugio
Según datos recogidos por la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR), son miles los solicitantes de protección internacional en España que a día de hoy se encuentran en la calle aguardando una respuesta de concesión de seguridad o acogida por un centro de protección. La mayoría de estos solicitantes se trata de familias que han escapado de una guerra, persecuciones políticas, violencia callejera u otros motivos de gravedad por la cual se hace imposible conformar una calidad de vida en su propio país.
En concreto, CEAR arroja una cifra de 102.890 personas en espera de una respuesta, siendo muchos de ellos refugiados con medios económicos para poder subsistir en España o con profesionales cualificadas con las que pueden salir adelante. Sin embargo, necesitan ser beneficiarios de un permiso de legalidad para poder trabajar.
La mayoría de los solicitantes de protección internacional son venezolanos
Según la Oficina Estadística Europea (Eurostat), la mayoría de estos solicitantes de protección internacional en España son venezolanos, seguidos por hondureños, salvadoreños, nicaragüenses y, en último lugar, colombianos.
Las cifras recogidas por Eurostat establecen que en 2018 España denegó estas peticiones a 1495 venezolanos, y tan solo concedió a 30.
Con respecto a los procedentes de Honduras, de los 2410 solicitantes fueron concedidos 10, de 1365 nicaragüenses solo concedidos 5 y de 8650 colombianos concedidos 50. Peor posición representa la de los procedentes de Salvador, pues de 2275 solicitantes, ninguno fue favorecido con la concesión.
CEAR afirma que en 2018 se redujo el número de concesiones de protección internacional. “De las 11.875 resoluciones firmadas por el ministro del Interior, sólo 575 lograron el estatuto de refugiado y 2.230 la protección subsidiaria. A 8.980 se les denegó la protección”, establece CEAR según declaraciones publicadas por El Mundo.
En España todo está premeditado
Con respecto al Ministerio de Trabajo y Migraciones, las solicitudes de acogida también se acumulan. La falta de plazas que pueda abarcar a tan alto número de solicitudes se debe principalmente a la imprevisibilidad. La mayoría de los solicitantes de protección internacional provienen de países como Venezuela, de los cuales huyen no tanto por motivos económicos, sino por causas de violencia y persecución.
Según afirma Patricia F. Vicens, abogada de la Coordinadora de Barrios, antes “era fácil prever que iba a pasar y proveer plazas para ello. Cualquier experto lo sabía. Esperemos que en la Secretaría de Estado de Migraciones haya expertos. Pero todo está premeditado: se usa el sistema de acogida para desincentivar las peticiones de asilo, que no resulte atractivo venir a España”.
Más información: El Mundo
Texto: Sandra Salerno Mahugo para Grupo Aristeo
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